Es un poco frustrante pensar que esto fue escrito hace 40 años y alguno más también y como no ha perdido vigencia. Ya que se habla de una educación donde el estudiante tenga libertad y muchos docentes la terminan coartando al establecer limites inesesarios cuando lo que se intenta es estimular el poder de desición, el fomentar la iniciativa individual y colectiva, la capacidad de crear algo que probablemente terminará enriqueciendo muchísimo más al docente y al alumno. Está presente las falta de pedagogía de muchos como ya lo hemos visto en clase desde experiencias personales como estudiantes a la hora de corregir o guiar. Creo que en estas viñetas si hay algo que queda claro es en que clase de faltas no debemos incurrir como futuros profesores.Creo que debemos pensar la docencia desde una perspectiva más igualitaria entendiendo que no todos son iguales y por lo tanto exigir y contemplar individualmente sin hacer generalidades, dar espacio para la reflexión y la creación e intentar acompañar y guiar el proceso que cada estudiante irá descubriendo en el camino de su formación. Me parece que está bueno empezar a plantearnos desde ya que clace de docente queremos ser.
Sin lugar a duda que estamos ante una caricatura, pero muchas veces nuestras respuestas o situaciones de aula se aproximan a esto...Todo ello debe dar lugar a la reflexión. El paso siguiente es vincular estas viñetas con el material que hemos estado trabajando en clase y el que tenemos como lectura. Ayelén, corrige algunos errores ortográficos que hay en tu producción escrita: innecesario y decisión. Gracias por participar!
Pienso que las viñetas ejemplifican de forma clara, diversas situaciones que evidencian una concepción de educación y de docencia rotundamente irrespetuosa del alumno, de su individualidad e inquietudes personales. Creo que el docente prioriza de forma excesiva el cumplimiento de los objetivos y contenidos establecidos a priori, que han sido concebidos como valiosos previamente, probablemente en virtud de haber realizado una cierta ponderación inflexible, o en mérito a la voluntad de respetar a ultranza el programa. De esta forma, posterga el abordaje de cuestiones de interés, introducidas por el alumno de forma espontánea (como por ejemplo, cuando se expresa acerca de la injusticia de la pobreza), y solamente se enfoca en corregir un error gramatical, el cual si bien es correcto señalar, es secundario con lo que podría haber desencadenado un profundo y enriquecedor intercambio. Asimismo, se observa como el docente no duda en estigmatizarlo y faltarle el respeto, refiriéndose a él como "burro", forma por demás inapropiada en cualquier ámbito pedagógico, y menos aún exponiéndolo frente a sus compañeros y pares. Creo que en ese punto la viñeta, además, caricaturiza de modo sumamente acertado, a mi entender, como muchas veces los docentes y la educación formal, tienden a concebir la inteligencia de una forma única y limitada; definiendo a los alumnos como "inteligentes", solo en relación a la respuesta que éstos presenten frente a los contenidos curriculares; discriminando así otros aspectos del desarrollo humano y tipos de inteligencia (como la inteligencia emocional), e ignorando la importancia del crecimiento emocional. Esto es claro cuando el docente en la viñeta, ignora completamente la sensibilidad demostrada por el alumno frente a la injusticia social, y en lugar de permitirle desarrollar una reflexión acerca de eso, se limita a puntualizar el error cometido, cuando su observación denota una empatía destacable.
A su vez, se detecta un excesivo interés del docente en homogeneizar a sus alumnos, y la concepción de que el único camino correcto es aquel que se condice con el de la mayoría en una relación de estricta semejanza. Vemos que ante la presencia de un alumno que presentaba comportamientos o inquietudes diversas del resto de la clase, en lugar de intentar abordar los contenidos desde una perspectiva inclusiva, o procurar utilizar otros métodos para llamar su atención, se limita a señalarlo como "diferente", por lo que sentencia que debe concurrir a un aula especial. Se evidencia de forma notoria, que el docente concibe la diversidad como algo negativo. Además, vemos que el docente se coloca a sí mismo, y no al alumno en el centro del aprendizaje, y ejerce su rol ciñéndose estrictamente a patrones estandarizados, esperando obtener idénticos resultados en situaciones diversas, sin aplicar ningún compromiso ni esfuerzo en aquellos casos que "se salgan de la regla"; los cuales sencillamente considera distintos, y como tales, inválidos. Creo interesante destacar que en la viñeta existe una falacia relativa a la libertad. Vemos un docente que constantemente impone al alumno la noción de que hay una sola forma correcta de hacer las cosas (la suya); y luego le otorga la libertad de "elegir", lo cual es, a todas luces, una paradoja. Mal puede el alumno elaborar un juicio consciente y fundado por sí mismo, y por lo tanto, ejercer de forma consciente su libertad, si en lugar de educado, fue "adiestrado" bajo el paradigma de que hay una sola perspectiva acertada, y casualmente, ésta perspectiva le fue siempre "dada"; jamás construida con él en forma conjunta, y además, nunca fue la suya propia. En esta misma línea, se evidencia otra paradoja en lo referente al discurso de que el alumno debe ser actor en su educación. En la viñeta, se pretende que el niño asuma un rol activo, lo cual se propone mediante la realización de una "investigación". No obstante, lejos de que ésta requiera del niño un rol protagónico, ni lo desafíe a asumir una actitud crítica, la supuesta "investigación" se lleva a cabo mediante la mera reiteración memorística de contenidos que ya han sido procesados. El planteo, lejos de requerir una actitud proactiva por parte del niño, disimula bajo el rótulo de investigación, una actividad que nuevamente lo ubica en un lugar indiferente y pasivo, sin requerir de él un compromiso honesto con el aprendizaje ni con el contenido abordado.
Es un poco frustrante pensar que esto fue escrito hace 40 años y alguno más también y como no ha perdido vigencia. Ya que se habla de una educación donde el estudiante tenga libertad y muchos docentes la terminan coartando al establecer limites inesesarios cuando lo que se intenta es estimular el poder de desición, el fomentar la iniciativa individual y colectiva, la capacidad de crear algo que probablemente terminará enriqueciendo muchísimo más al docente y al alumno. Está presente las falta de pedagogía de muchos como ya lo hemos visto en clase desde experiencias personales como estudiantes a la hora de corregir o guiar. Creo que en estas viñetas si hay algo que queda claro es en que clase de faltas no debemos incurrir como futuros profesores.Creo que debemos pensar la docencia desde una perspectiva más igualitaria entendiendo que no todos son iguales y por lo tanto exigir y contemplar individualmente sin hacer generalidades, dar espacio para la reflexión y la creación e intentar acompañar y guiar el proceso que cada estudiante irá descubriendo en el camino de su formación. Me parece que está bueno empezar a plantearnos desde ya que clace de docente queremos ser.
ResponderEliminarSin lugar a duda que estamos ante una caricatura, pero muchas veces nuestras respuestas o situaciones de aula se aproximan a esto...Todo ello debe dar lugar a la reflexión. El paso siguiente es vincular estas viñetas con el material que hemos estado trabajando en clase y el que tenemos como lectura. Ayelén, corrige algunos errores ortográficos que hay en tu producción escrita: innecesario y decisión. Gracias por participar!
EliminarPienso que las viñetas ejemplifican de forma clara, diversas situaciones que evidencian una concepción de educación y de docencia rotundamente irrespetuosa del alumno, de su individualidad e inquietudes personales.
ResponderEliminarCreo que el docente prioriza de forma excesiva el cumplimiento de los objetivos y contenidos establecidos a priori, que han sido concebidos como valiosos previamente, probablemente en virtud de haber realizado una cierta ponderación inflexible, o en mérito a la voluntad de respetar a ultranza el programa. De esta forma, posterga el abordaje de cuestiones de interés, introducidas por el alumno de forma espontánea (como por ejemplo, cuando se expresa acerca de la injusticia de la pobreza), y solamente se enfoca en corregir un error gramatical, el cual si bien es correcto señalar, es secundario con lo que podría haber desencadenado un profundo y enriquecedor intercambio.
Asimismo, se observa como el docente no duda en estigmatizarlo y faltarle el respeto, refiriéndose a él como "burro", forma por demás inapropiada en cualquier ámbito pedagógico, y menos aún exponiéndolo frente a sus compañeros y pares.
Creo que en ese punto la viñeta, además, caricaturiza de modo sumamente acertado, a mi entender, como muchas veces los docentes y la educación formal, tienden a concebir la inteligencia de una forma única y limitada; definiendo a los alumnos como "inteligentes", solo en relación a la respuesta que éstos presenten frente a los contenidos curriculares; discriminando así otros aspectos del desarrollo humano y tipos de inteligencia (como la inteligencia emocional), e ignorando la importancia del crecimiento emocional. Esto es claro cuando el docente en la viñeta, ignora completamente la sensibilidad demostrada por el alumno frente a la injusticia social, y en lugar de permitirle desarrollar una reflexión acerca de eso, se limita a puntualizar el error cometido, cuando su observación denota una empatía destacable.
A su vez, se detecta un excesivo interés del docente en homogeneizar a sus alumnos, y la concepción de que el único camino correcto es aquel que se condice con el de la mayoría en una relación de estricta semejanza. Vemos que ante la presencia de un alumno que presentaba comportamientos o inquietudes diversas del resto de la clase, en lugar de intentar abordar los contenidos desde una perspectiva inclusiva, o procurar utilizar otros métodos para llamar su atención, se limita a señalarlo como "diferente", por lo que sentencia que debe concurrir a un aula especial. Se evidencia de forma notoria, que el docente concibe la diversidad como algo negativo. Además, vemos que el docente se coloca a sí mismo, y no al alumno en el centro del aprendizaje, y ejerce su rol ciñéndose estrictamente a patrones estandarizados, esperando obtener idénticos resultados en situaciones diversas, sin aplicar ningún compromiso ni esfuerzo en aquellos casos que "se salgan de la regla"; los cuales sencillamente considera distintos, y como tales, inválidos.
ResponderEliminarCreo interesante destacar que en la viñeta existe una falacia relativa a la libertad. Vemos un docente que constantemente impone al alumno la noción de que hay una sola forma correcta de hacer las cosas (la suya); y luego le otorga la libertad de "elegir", lo cual es, a todas luces, una paradoja. Mal puede el alumno elaborar un juicio consciente y fundado por sí mismo, y por lo tanto, ejercer de forma consciente su libertad, si en lugar de educado, fue "adiestrado" bajo el paradigma de que hay una sola perspectiva acertada, y casualmente, ésta perspectiva le fue siempre "dada"; jamás construida con él en forma conjunta, y además, nunca fue la suya propia.
En esta misma línea, se evidencia otra paradoja en lo referente al discurso de que el alumno debe ser actor en su educación. En la viñeta, se pretende que el niño asuma un rol activo, lo cual se propone mediante la realización de una "investigación". No obstante, lejos de que ésta requiera del niño un rol protagónico, ni lo desafíe a asumir una actitud crítica, la supuesta "investigación" se lleva a cabo mediante la mera reiteración memorística de contenidos que ya han sido procesados. El planteo, lejos de requerir una actitud proactiva por parte del niño, disimula bajo el rótulo de investigación, una actividad que nuevamente lo ubica en un lugar indiferente y pasivo, sin requerir de él un compromiso honesto con el aprendizaje ni con el contenido abordado.